Cuando pesan demasiado en tu corazón, cuando dejas de buscar eso humano en tu cabeza, ahí, en ese momento perdido llega la respuesta que te servia tanto ver, escuchar.
A veces nos demoramos demasiado en creer en otras voluntades... a veces se pierde tanto tiempo en darle a
Dios lo que es de Dios.
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