jueves, 9 de agosto de 2012

Franco (o bien podría haber sido, angeles de carne y hueso)

Y en el día mas triste,
en el día que el dolor se hace visible
en el día mas dual de la existencia de todos,
entre el querer aferrarse a la vida y el dejarla ir
para que cese su sufrimiento
ese día se aprenden muchisimas cosas,
he leído en un libro que dice ser para chicos
"es terrible ir hacia la muerte para disfrutar todo esto"
y se refería, al olor del césped, al rocío,
al crujir de las pisadas en el pasto,
al sonido de la  noche oscura...
He vivido una experiencia dolorosamente bella,
el sabernos todos juntos,
el sentirnos todos juntos,
sin importar mucho el tiempo y el espacio...
JUNTOS, en familia y en paz.

Y ahí vino el, chiquito,
con el aprendizaje mas grande que me pudo dejar...
los niños ya no me sorprenden,
ya entendí que la sorpresa que en nosotros despiertan ciertas respuestas
son, en realidad, palabras de sabiduría,
la sabiduría que te trae ver con los ojos del corazón,
y ahí estaba el, comprendiendo todo lo que sucedía,
al lado de su fiel compañero, su mejor amigo,
despidiendose, triste pero gratificando una vez mas
la memoria de su abuelo...
y yo lo mire y pensé... mi tío
independientemente de muchas otras cosas que habrá hecho bien en su vida,
mi tío, hizo de su nieto, una persona integra,
llena de pensamientos puros...
y yo, yo aprendí que a  mi me gustaría seguir su ejemplo,
y provocar los mismo 
en los que me rodean.

Ahí donde estés, nos iluminas,
junto a los que ya no están físicamente,
pero están acompañandonos en nuestro corazón.

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