A veces,
cuando se pasa momentos de felicidad plena como el que estoy pasando yo en
estos días uno tiene miedo en decirlo en voz muy alta... sentirse pleno es como
estar en una burbuja que se cree imposible de alcanzar...es muy difícil además
sentirse con derecho de ser feliz y poder decirlo a los 4 vientos, muchas cosas
nos rodean... muchas desgracias, muchas inestabilidades, mucha violencia, mucha
locura... pero... es imposible no decir que este es un momento muy especial
para mí y que todas esas cosas no pueden apocar esta felicidad... no me
despreocupan, no me son indiferentes, más bien todo lo contrario...pero...qué
hay de malo, qué hay de malo en disfrutar la felicidad un rato, qué hay de malo
en querer que ella se quede a dormir conmigo todas las noches...qué hay de
malo, ser feliz motiva a querer cambiar el mundo, uno siente que puede hacer
cualquier cosa en este estado... y si, es así, se puede cambiar el mundo con
cada pequeña cosa que se hace en pos de que alguien tenga una sonrisa en el
día...esas cosas cambian el mundo, mínimas, chiquitísimas, tener la puerta para
que alguien pase, ayudar a alguien a subir el bondi, llegar al trabajo con una
sonrisa a pesar de lo que pasa... qué hay de malo en disfrutar un poco esta
felicidad y sentirla así y decirlo, y contagiarlo... la felicidad se logra con
mucho esfuerzo también... entonces qué hay de malo en querer estar siempre así,
en esforzarse, en agradecer... porque solo....solo nadie llega a ninguna
parte....solo no se logra nada... Amo este momento de mi vida...a pesar de ser
imperfecto, a mi me hace perfectamente feliz.
Gracias.