domingo, 15 de noviembre de 2015

Silencios que hablan a gritos.

El silencio grita desgarradoramente la crueldad de la indiferencia
de uno para con los demás 
(para con la realidad de los demás)
de los demás para con no
y la peor parte...
de uno para con uno mismo.

Solo se llega a la gratitud del silencio,
a la paz del silencio,
a la libertad del silencio
cuando podemos observar 
todo lo que grita dentro de uno, 
cuando no somos indiferentes a nuestras decisiones,
cuando empezamos a hacernos cargo de lo que nos rodea,
y de lo que nos pasa.