Sucede

A veces la cosas simplemente suceden,
inesperadamente algo llega a nuestra vida sin razon,
y estamos tan acostumbrados a pensar todo
que cuando algo asi pasa,
descoloca, mueve casi todos los ejes.

En lo repentino
las sensaciones son distintas pero
igualmente paralizantes,
suceden cosas buenas,
y aun asi cuasta acomodarlas,
suceden cosas malas
y nos cuesta asumirlas, superarlas.

Suceden,
las cosas simplemente suceden,
la fe, la ciencia, las noticias, la razon, 
todo, absolutamente todo,
tiene un primer momento de paralisis
y, sin embargo 
sucede tambien que pasa
y sabemos como amoldarnos,
contamos con gente que nos ayuda a acomodarnos,
que nos apuntala y nos acompana
mientras el momento sucede.

Lo que sucede tambien pasa,
antes o despues pero pasa,
y reacomodamos toda nuestra realidad. 

Antes y ahora, la vida.

Ahora miro cosas que antes pasaban desapercibidas,

tengo curiosidad por lo que antes me parecía insignificante,

ahora respeto las pasiones de los otros,

admiro a aquellos que hablan de su pasión

como si el mundo girara entorno de ella,

ahora pregunto, re pregunto,

me equivoco y no me quedo en el error,

ahora crezco en conocimiento

de cosas que antes me parecían insignificantes.

Hace un tiempo pensaba que era antisocial,

ahora pienso que si logro sacarle una sonrisa

a un desconocido, no es por ser sociable,

es porque no hay nada mas bello que ver reír a alguien.

Ahora pienso que se puede hacer compañía

sin compartir un espacio físico,

ahora pienso que se vive el día a día

sin importar si es verano o invierno.

Antes estaba convencida que todo era “problema mío”,

ahora me doy cuenta que los demás influyen en mi

y que yo en los demás.

Antes trataba de convencer al otro de que piense lo mismo que yo,

ahora no, ahora comprendo la dicha de que todos seamos

seres humanos distintos.

Antes, era yo...ahora también soy yo,

me gusta ver las cosas desde otra perspectiva,

aprendí a que no hay que casarse con ninguna idea

esa es mi única diferencia,

ahora creo en la pasión como motor de las cosas

aunque yo no soy, lo que se dice, una persona apasionada.

Ahora me hago cargo de que mi vida es mía,

mis decisiones, buenas o malas son mías,

entonces,

la diferencia entre antes y ahora es

que ahora no busco la vida perfecta.

Ausencias presentes.

No es tan fácil entenderme en este momento,
no es tan fácil para mi tampoco comprender que hay presencias que no están,
entender que todo el tiempo se vive con cosas ausentes, el pasado, el futuro...
cosas que pesan y, sin embargo, no están.

Me aferro a tu idea y no hago nada,
me aferro a tus palabras y en verdad no existen,
me aferro a un físico común y no, ni hablar, no esta.

La magia de lo cotidiano se desvanece en ciertas maneras de relacionase,
no hay manera de negarlo y no hay manera de aceptarlo tampoco,
digo que te conozco y no es verdad,
deduzco, pienso, creo,
vos no queres que nadie te conozca y yo,
yo ya he hecho todos los esfuerzos posibles,
suficientes,
no se si fueron con toda mi voluntad pero, fueron certeros.

Y sin embargo, no es justo sentirme tan cómoda en tu ausencia,
estar 30 segundos y sentir que puedo comprenderlo todo sin hablar.
No es justo, claro que no, pero es raro sentirse así,
es raro contar con alguien que de un millón de maneras posibles no esta
y sin embargo,
con una señal de vida mueve todo mi centro.

(no es amor,  aunque la situación me ha confundido muchas veces, siempre llego a esa misma conclusión, la dependencia nace por la ausencia, la imposibilidad de contar cotidienamente con alguien que imagino que teniéndolo mas cerca seria un gran compañero para mi, se que compañerismo y amor no hablan el mismo idioma.)

Sin embargo acá estoy, escribiendo una vez más, pensando si esto es posible,
si todo lo que sucedió este último tiempo es posible, si es verdad,
si contruir en ausencia es posible,
buscando la lógica de necesitar que estés acá,
y cuando estamos juntos, hay más silencios que palabras,
y sin embargo he sentido mucho estos días el no poder contar con vos,
con tu presencia cotidiana.

Supongo (y una vez más supongo) que del otro lado,
de tanto en tanto,
sucede lo mismo.
Lo se, se que es difícil comprenderme en estos momentos,
como alguien me va a entender,
si yo misma no me entiendo.

Débil mente

La oscuridad que viene con la noche

continua con la sensación del día,

pero, de noche, las paredes comienzan a hablar su propio idioma,

un idioma que yo (y algunos en la misma situación que yo)

conozco a la perfección.

Mi corazón comienza a latir rápido, fuerte,

siento como que se va a salir del cuerpo.

El desvelo anunciado llega,

porque a pesar de no querer pensar en ello,

todo el día la idea te ronda por la cabeza,

dormiré, no dormiré, descansare,

mañana tengo que ir a trabajar,

mañana tengo que vivir el día.

A veces, la noche llega y no puedo vivirla,

a veces la noche llega y yo la padezco,

no importa lo que suceda,

No importa saber concientemente
que todo esta dentro de mi cabeza.

Ahora estoy pasando la etapa de la resignación,

el día es hermoso,  se vive, se ríe,

he aprendido a reír mas,  a reír todo lo posible.

He aprendido que esto que pasa, sucede,

que no puedo evitarlo, al menos por ahora.

Entonces, me pregunto, por qué,

porque quiero que pase y no pasa,

me pregunto por qué la mente

es tan poderosa y tan débil a la vez.