Es cierto, damos vueltas pensando
que el otro no se anima,
que no sabe como,
o que no se dio el momento,
nos pasamos dando vueltas en la cama
con esos pensamientos.
Pensamos, aseveramos
y estamos positivamente convencidos
que uno es el indicado para el otro
y no nos damos cuenta
que, simplemente,
el otro puede no sentir exactamente eso
que uno siente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.